Los compuestos químicos que bloquean los rayos UV pueden blanquear los corales y reducir la fertilidad de los peces.
Según un nuevo informe, es necesario investigar con urgencia el posible impacto de los protectores solares en el medio marino.
Los protectores solares contienen compuestos químicos, conocidos como pseudocontaminantes persistentes, que bloquean los rayos ultravioleta (UV) del sol y pueden provocar el blanqueamiento y la deformación de los corales o una disminución de la fertilidad de los peces.
El mercado mundial de protectores solares está en auge, y se prevé que sus ventas alcancen los 13.600 millones de dólares en 2028. Según el estudio, los productos se vierten en los océanos en cantidades sorprendentemente elevadas. En un estudio se calculó que, suponiendo que el 50% de los productos se lava, si una persona media se aplica 36 gramos de crema solar y se vuelve a aplicar la misma cantidad al cabo de 90 minutos, en una sola playa con 1.000 visitantes podrían llegar 35 kilos al océano.
La revisión, publicada por la revista Marine Pollution Bulletin, analizó más de 110 publicaciones relacionadas con la protección solar, los filtros UV y su impacto ambiental y ecotoxicológico. Se calcula que cada año se vierten entre 6.000 y 14.000 toneladas de filtros UV sólo en las zonas de arrecifes de coral, lo que lleva a los científicos a insistir en la creciente necesidad de realizar estudios exhaustivos sobre los efectos de la contaminación por filtros solares en la vida marina.
Según Anneliese Hodge, autora principal del estudio e investigadora de doctorado en el Laboratorio Marino de Plymouth y la Universidad de Plymouth, «la investigación actual sólo ha arañado la superficie de la comprensión de cómo estas sustancias químicas pueden afectar a la vida marina».
«Lo que resulta especialmente preocupante es que estos compuestos se consideran ‘pseudocontaminantes persistentes’ debido a su continua introducción en el medio marino. Realmente necesitamos comprender cómo interactúan estas sustancias químicas en el medio marino y si tienen el potencial de bioacumularse dentro de la cadena alimentaria.»
Se han encontrado filtros UV en entornos marinos de todo el mundo, desde lugares turísticos muy frecuentados hasta lugares más remotos como la Antártida. Estos compuestos pueden entrar en los espacios marinos directamente, como al nadar, e indirectamente a través de las duchas de la playa o de las toallas que se han utilizado para secar la piel recubierta de protector solar.
El compuesto más común que se encuentra en los filtros UV es la benzofenona. Las benzofenonas se han identificado como sustancias persistentes, bioacumulativas y tóxicas, y la benzofenona-3, la sustancia química que se encuentra con frecuencia en los protectores solares y los productos cosméticos, está siendo investigada como posible alterador hormonal por la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos.
También se ha detectado contaminación por filtros UV en las prácticas agrícolas, cuando se utilizan como abono para el suelo aguas recicladas procedentes de plantas de tratamiento de aguas residuales. Los contaminantes encontrados aquí no sólo afectan a los cultivos, sino que también llegan a los medios acuáticos a través de las escorrentías agrícolas.
Mientras tanto, las tecnologías tradicionales de tratamiento de aguas y aguas residuales, como la ozonización, un proceso químico que utiliza gas ozono para eliminar los contaminantes, resultan en última instancia ineficaces para reducir la toxicidad de los filtros UV.
«Cada vez son mayores las cantidades y variedades de filtros solares que entran en el medio ambiente, y los contaminantes se presentan en todas las combinaciones posibles», afirma el profesor Awadhesh Jha, autor principal de la revisión y catedrático de toxicología genética y ecotoxicología de la Universidad de Plymouth.
Entre las recomendaciones de la revisión para comprender mejor el problema de la contaminación por cremas solares figuran el aumento de la investigación en diversas regiones geológicas y la realización de pruebas más variadas en distintas fases de la vida marina.