En las vastedades del océano, donde la luz apenas penetra y la presión es implacable, habita una criatura tan fascinante como enigmática: el pez borrón (Psychrolutes marcidus). Este pez de aspecto gelatinoso, con su cuerpo flácido y su rostro triste, se ha ganado el título del «pez más raro del mundo».
El pez borrón, a pesar de su apariencia peculiar, es un pez óseo que puede alcanzar hasta 30 cm de longitud. Su cuerpo está cubierto de una sustancia gelatinosa que le permite flotar sin esfuerzo en las profundidades marinas, donde vive a más de 800 metros de profundidad. Su rostro, con sus grandes ojos y su boca fruncida, le ha valido el apodo de «pez triste».
La dieta del pez borrón se basa en pequeños crustáceos y otros invertebrados que flotan en la columna de agua. Su cuerpo gelatinoso le permite capturar a sus presas con facilidad, ya que no necesita perseguirlas activamente.
A pesar de su rareza y su apariencia peculiar, el pez borrón es una criatura fascinante que juega un papel importante en el ecosistema marino. Su capacidad para vivir en las profundidades marinas y su dieta especializada lo convierten en un miembro único de la fauna oceánica.
Sin embargo, la pesca de arrastre y la contaminación de los océanos amenazan la supervivencia de esta especie única. Es fundamental tomar medidas para proteger al pez borrón y su hábitat para asegurar que siga siendo parte de nuestro planeta.